Mi colega lo sabe todo, para cualquier pregunta, duda o error, es imprescindible llegar a él. Entonces este genio resuelve rápidamente tu vida junto a la de tu compañía. Él no puede delegar porque siempre tiene una mejor decisión, no puede faltar porque siempre existe alguien esperando por su ayuda, no hay vacaciones de verdad porque tendrá que revisar su email o pensar en lo que dejó pendiente y
no puedes pedirle ayuda porque además está muy ocupado.
Reconócelo, estás en problemas
Personas con esas características en un ambiente laboral pueden escalar rápidamente porque, hay que reconocerlo, tienen una capacidad de aprendizaje y crítica muy buena en cuanto al área donde se desarrollan. Sin embargo, es normal que en sus vidas se dediquen exclusivamente a su trabajo. Si asumimos que hay personas que viven para trabajar y son felices, podríamos concluir que no es problema, pero ¿Qué ocurre si estas personas quieren moverse a una posición o equipo diferente? ¿Habrá alguien que pueda reemplazarlos? ¿Cuántas personas son necesarias para tomar su puesto vacío?
Por otro lado, los colegas que trabajan con un semi Dios, por darle un nombre, se encuentran con otras interrogantes ¿Cuándo me prestará atención para ayudarme? ¿Qué pasaría si él/ella se va de la compañía?
En definitiva, estás en problemas. Tanto la persona que lo sabe todo como los que trabajan con ellos.
La importancia de distribuir conocimiento
Es importante que el conocimiento se distribuya a través de una organización y en los equipos de trabajo. Así nadie es imprescindible, algunos pueden saber mucho sobre algún tema en específico mientras que varios tienen los conocimientos suficientes para realizar tareas donde no sean expertos.
Un equipo de trabajo tiene que caracterizarse por ser capaz de realizar cualquier tarea de forma independiente dentro de su área de responsabilidades y es fundamental que más de una persona pueda desempañarse haciendo tipo de trabajo.
La importancia de delegar
Delegar una tarea no puede verse como la oportunidad para que otra persona nos reemplace, sino que es la oportunidad para que puedas moverte a otra posición e incluso, para poder irte de la compañía sin el cargo de consciencia acerca del futuro en el trabajo que pretendes dejar.
También es la posibilidad de alivianar la carga sobre las actividades donde tienes responsabilidad, dándole tiempo a otras que no has podido realizar, buscar algunas nuevas o completar de buena manera las que actualmente estás desarrollando. Si lo necesitas podrás darte ese relajo que tanto has esperado.
Para tus colegas es la abertura a nuevos roles o actividades diferentes, alejándolos a una monotonía.
¿Qué hacer cuando encuentras que estás en ese camino?
Si una de las razones por las que tienes tanta responsabilidad e
importancia dentro de la compañía es porque no confías en que alguien más
sea capaz de realizar la labor tan bien, entonces es esencial tener un plan de
entrenamiento y aprovechar cualquier oportunidad para potencial al
equipo.
Mientras exista un margen de error, no dudes en
delegar.
No puedes tener el control sobre todo porque una de las mejores formas de aprender se encuentran en los errores ¿Acaso tu no has aprendido así?.
Guíalos en su camino a realizar esas tareas complicadas, la próxima vez podrán hacerlo sólos.
Pedir ayuda a las personas clave para equilibrar el conocimiento en el equipo también es vital, puedes encontrarte en un equipo multidisciplinario que depende de ti, pero el equipo no se encuentra a tu cargo. Así un plan de entrenamiento puede abarcar varias aristas.
Se responsable con tu desarrollo y con el de los demás
Es imprescindible que las sociedades se desarrollen en conjunto. En los casos donde hay una persona o grupo que sabe demasiado mientras se deja a los demás en la ignorancia, suele ocurrir que no hay posibilidades de encontrarse con una buena distribución de felicidad, inteligencia, análisis crítico, etc. Recuerda aquello cuando tú lo haces todo, puede ser que algún día necesites de otros sabios.
