Thursday, August 24, 2017

Nunca pares de innovar

¿Qué podemos hacer cuando el trabajo se vuelve monótono y vemos que nuestras capacidades van más allá de lo que nos piden? ¿Cómo llegar a ese producto nuevo que puede salvar a nuestra compañía? ¿Cómo mantener a un equipo motivado? ¿Cómo impulsar tu carrera proponiendo y desarrollando tus propias ideas?

Cada uno de nosotros tiene aspiraciones y ganas de ser valorados, especialmente en las organizaciones donde trabajamos. Una manera de ser un referente es dando a conocer tu sello innovador.

¿Dónde está la innovación?


La innovación en el trabajo se desarrolla buscando cómo entregar más de lo que nos están pidiendo. Puede ser un software de muy buena calidad para facilitar su evolución, o proponiendo y evaluando nuevas prácticas en tus equipos de trabajo, la invención de un nuevo producto o componente que resuelve un problema o que sale de los estándares también son ejemplos de innovación.

Desafíos al hacer innovación


Para llevar a cabo un proyecto de innovación se tiene que convencer a los dueños de los productos que algunas veces sólo ven los riesgos que deben asumir. En muchos otros casos, las innovaciones vienen desde los mismos trabajadores que buscan hacer mejores productos o que visualizan herramientas útiles para su trabajo diario, en esos casos son ellos mismos los que tienen que asumir los costes de tiempo.

El tiempo es una de las mayores barreras para desarrollar y llevar a cabo una idea propia donde la planificación y priorización de las tareas son la clave. Cuando se trabaja en equipo, todos tienen que creer en el proyecto, estar convencidos de que la idea es buena o esa es la forma en que deben distribuir su tiempo. Establecer metas en tiempo, tener momentos dedicados a la innovación y la distribución del trabajo son imprescindibles en un equipo.

Los beneficios de la innovación


Es verdad que cuando hacemos un trabajo de innovación, la empresa se lleva los créditos, ésta puede vender más o ahorrar dinero y tiempo con el sudor de tu trabajo. Sin embargo, siempre considera que la persona que lleva a cabo uno de estos proyectos y los mismos equipos afectados son los verdaderos beneficiados.

  • El innovador

El innovador ya está aprendiendo solamente por pensar fuera de la caja, se enfrenta a los problemas con otra mirada y busca soluciones que por diferentes motivos no se han podido resolver o ni siquiera pensar. Se puede enfrentar a una nueva tecnología que implica aprender y aplicar nuevos conocimientos, generan nuevos procesos e incluso formas de automatizar las tareas.

Además estas personas salen de su rutina, mantienen la motivación en su trabajo y pueden contagiar a sus compañeros.

  • El equipo innovador

El equipo se beneficia utilizando los resultados de los nuevos proyectos que pueden agilizar la velocidad del desarrollo, mejorar la calidad y también facilitar su trabajo diario. Incluso pueden hacer que el trabajo sea más divertido.

Cuando se trabaja en equipo, los proyectos novedosos se fortalecen aumentando las probabilidades de éxito, se llega más lejos en equipo.

No pares de proponer


Aunque los proyectos de innovación vengan desde iniciativas propias y consumen tu tiempo libre, no dudes en los beneficios que conllevan. En el peor de los casos aprendes y profundizas sobre alguna tecnología, conoces mejor a tu equipo y obtienes nuevas ideas para los trabajos futuros que te asignarán, dentro de la misma o en tu siguiente empresa.

Una de las mayores satisfacciones que podemos tener en un trabajo, es que una idea propia se implemente y vaya tomando valor dentro de la organización.

Monday, August 21, 2017

Mentoring y la nivelación de conocimientos

Es común ver en las empresas la fuga de conocimiento, la rotación de personal ha sido la regla en estos tiempo y seguramente tú no quieres permanecer haciendo lo mismo durante toda tu vida porque no tienes a nadie más que te reemplace. También es posible ver cómo dos personas hacen el mismo trabajo con diferente calidad, tardando mucho más la que lo hace más lento.

Minimizando las diferencias


Los niños tienen a sus padres que les sirven como ejemplos a seguir, los estudiantes tienen a su profesor que se dedica a enseñarles, los deportistas tienen a su entrenador. En casi todas las áreas donde nos desenvolvemos tenemos a una persona que nos puede guiar, aconsejar y ayudar, el mundo laboral no se encuentra ajeno a ésta dinámica y estas personas, los mentores, tienen un rol fundamental no sólo para las siguientes generaciones porque todos tenemos que ser mentor y tutelado a la vez.

¿Por qué ser un mentor?

Más allá de nombrar las características que deben tener los mentores, mi objetivo es dejar claro que los mentores son imprescindibles para el desarrollo de una empresa, una carrera profesional, familiar, etc. Un país puede mejorar teniendo una población educada, con sentido de justicia, con memoria, y otras características que pueden ser motivadas, guiadas e impulsadas por un mentor para mejorar a la sociedad.

Por otro lado, durante un proceso de Mentoring, tanto el mentor (o guía) como el mentee (o tutelado) aprenden de la experiencia. Siempre hay cosas que aprender del otro y eso es fundamental durante un Mentoring. No se trata de tener a un maestro que lo sabe todo y a un aprendiz que escucha atento y sólo hace lo que le dicen.

Mentor en el mundo laboral
Durante mi experiencia como mentor, he tenido que ayudar a formar profesionales desde que eran estudiantes. Particularmente, mis mentees tenían que desarrollar habilidades de autoconocimiento que los ayude a enfrentar una entrevista laboral y además fortalecerlos para que tengan un buen desempeño laboral.

La red de contactos también se amplia durante el proceso de mentoring. Ambos, el mentor y el tutelado, conocen a nuevas personas que pueden jugar un rol en el futuro laboral para cualquiera de los dos.

El mentor entrega feedback en base a su experiencia. Esta persona ya ha pasado por varios problemas y cometido muchos errores, los mentores pueden hacer suyo todo eso aprendiendo de ellos mediante ejercicios, lecturas o cualquier otro medio que el mentor estime conveniente..

¿Por qué implementarlo en una organización?

Cualquiera sea el lugar donde se reúna un grupo de personas con un objetivo común, siempre hay cabida para un mentoring. El proceso puede darse formalmente mediante una decisión de la organización o informalmente pidiendo ayuda a un mentor para que dedique tiempo y comparta su experiencia.

Una empresa puede beneficiarse nivelando el conocimiento. El mentor que sabe mucho del negocio puede guiar a alguien más para dejar de ser imprescindible, y a la vez tener la posibilidad de tomar nuevos roles. El mentor se motiva y quiere permanecer en una compañía dónde puede aprender y desarrollarse junto a sus pares.

La calidad y velocidad con que se hace un trabajo va a mejorar, desde trabajos manuales hasta decisiones estratégicas que son realizadas por personas que tuvieron mentores dedicados a transmitir su conocimiento sobre errores que tuvieron en el pasado.

Compromiso

El compromiso para la relación mentoring es clave para su éxito, entendiéndolo como la adquisición de habilidades tanto técnicas y blandas que necesite el mentee. No hay formas establecidas para hacerlo ni balas de plata, las recomendaciones siempre son bienvenidas en estos casos.

Si te toca ser mentee, cumple con tu rol y saca provecho de esa persona con experiencia en esa área que es tan importante para ti, también no dudes en cuestionar a tu mentor con respeto. Si eres un mentor, considera que tendrás que dedicar tiempo para proveer herramientas útiles y efectivas al mentee y recuerda siempre, “Si te vas  a comprometer en una relación de mentoring, hazlo bien”.

Corre ya, y decídete por un plan de mentoring

Mediante un proceso de mentoring, una organización puede disminuir la fuga de conocimiento, los índices de rotación tienden a la baja y siempre se podrá contar con un sucesor que tome tu lugar para poder dejar tu empresa tranquilamente o moverte a un nuevo equipo obteniendo ese rol que tanto buscabas.

Wednesday, August 16, 2017

Errores en el trabajo: supercoders solitarios

Entre los errores que he cometido laboralmente, hay uno en particular que veo muy seguido en mis compañeros y yo también lo he cometido groseramente. Generalmente ocurre cuando estamos trabajando en productos nuevos donde las posibilidad de implementaciones son muy variadas y la solución está muy abierta.

Superman o supercoder

Y es así como de a poco me fui emocionando con las formas en las que podía realizar mi implementación, aplicando patrones de diseño, buenas prácticas de codificación, entregando una solución a tiempo, y además preparando el proyecto para las futuras mejoras que posiblemente teníamos que agregar en el mediano plazo.

Todo parecía muy tranquilo, mis compañeros de equipo estaban preocupados en otras partes del proyecto y por fin podía trabajar en algo desde el comienzo. Resolver defectos y agregar pequeñas funcionalidades parecían cosas del pasado. Uno se siente poderoso dibujando cajitas y sus interacciones, mi cerebro parecía trabajar a niveles inexplorados y ya no necesita ayuda de mis compañeros.

¿Quién vigila a los super programadores?

Me encontraba listo para entregar una solución que cumpliera con todos los criterios de calidad, velocidad, tiempo de desarrollo y más.¿Qué podría salir mal? ¿Que cosas estaba dejando de lado? ¿Cuales fueron los errores que cometí en esa solución a la que le dedique muchas horas de mi vida?

Primero dejar en claro que el código y los proyectos no son de una sóla persona, todo lo entregado es del equipo y del cliente. Primero del equipo porque éste tendrá que mantener y hacer nuevas implementaciones sobre el código. Qué tan difícil o fácil sea modificar un proyecto tiene directa relación en cómo el equipo se distribuyó y de las decisiones que tomó. El cliente, por otro lado, es quién utiliza el sistema y conoce cómo producir el dinero, también es quién paga para que los desarrolladores hagan su trabajo. Todos ellos son los vigilantes, interesados y tienen el deber de corregir lo que se está haciendo, en otros casos pedir retroalimentación del producto y entregarla según las responsabilidades que tengan.

A continuación describo algunas observaciones durante este tipo de situaciones:

No revisar ni consultar sobre la implementación


El desarrollador estrella no puede encaminarse sin preguntar a sus compañeros para resolver un problema difícil. Una persona no puede, a menos que sea muy experimentado y le sea muy común entenderse con ese tipo de problemas, diseñar e implementar la solución de forma solitaria. Si lo hiciera asì ¿Para qué existe un equipo?

Nadie más puede entender o quiere entender lo implementado

En muchos casos, y lo menciono porque confío mucho en esas mentes, el desarrollador puede llegar a una muy buena solución para un problema difícil por sí sólo. Sin embargo, las otras mentes también tienen su orgullo y quieren participar de este tipo de soluciones. Si ellos no pueden obtener el contexto de la solución ni ayudar, entonces se hace cada vez más complicado explicarles una solución porque saben poco de la problemática y todo les parece muy enredado, tampoco fueron parte de èsta.

Lo peor, el código será modificado en el futuro y se produce una desmotivación en el equipo


Naturalmente, el equipo se va a ir alejando de esas piezas de código que desconocen. Sienten que es algo que no les pertenece, no entienden y sòlo el super programador que lo creó puede modificarlo.
El resto del equipo no tiene ganas de trabajar en esa parte del proyecto y en casos más extremos, tampoco trabajar con ese superman en la programación.

Confiar y cuidarnos de nosotros mísmos


El futuro no es prometedor en casos como éstos, las mejoras en esos proyectos no son bien recibidas y en muchos casos se termina refactorizando gran parte del código traduciéndose en horas perdidas. Atentos en identificar cuándo nos estamos comportando de esa forma tanto en la programación como en otros tipos de trabajos.